Mientras estas cosas ocurren en el seno de ATI, la izquierda villera sigue dándole al pandero y a la zambomba, allí, en Belén, con los pastores. Es histórica en La Orotava su falta de cohesión, los personalismos, la acracia y la falta de compromiso efectivo de los partidos progres en presencia. Cierto que el electorado orotavense es muy conservador, pero también ha cundido la necesidad de un cambio político. PSOE e IUC ya lo intentaron en la convocatoria de 2003, pero Iniciativa por La Orotava (IPO-Los Verdes), que fue segunda fuerza entonces, no está por la labor y prefiere aglutinar a toda la progresía villera. El PP, con una concejala, desaparecerá del mapa, nos tememos. En fin, todos ellos, a la sombra del pico y en pleno valle, sabrán lo que hacen.