Decíamos más arriba que Dulce Xerach se mostró muy segura de sí misma, que no rehuyó una sola respuesta. Pero hemos de introducir un matiz porque en algún momento la casualidad y la generosidad del entrevistador le ayudaron algo. Por ejemplo, cuando un oyente preguntó por si la viceconsejera seguía Operación Triunfo, Chavanel dio por hecho que no era así, pero se equivocaba. Dulce Xerach no sólo siguió Operación Triunfo, no sólo se indignó cantidad cuando un jurado del programa zarandeó dialécticamente a la tinerfeña Idaira (la verdad es que la chiquilla desafinaba cantidad), sino que además votó como una posesa desde su teléfono móvil. Así que cuando Chavanel le ahorró la pregunta ella respiró aliviada porque, la verdad, saltar de Salif Keita a Idaira da hasta vértigo.