Les podemos garantizar que el centro comercial Mamotreto lo tendrá atragantado el puerto durante mucho tiempo. Se demostró estos días en las sesiones de debate que han organizado los técnicos de la Autoridad Portuaria, con José Fernández al frente, para pulsar la opinión de muchas personas acerca de las primeras propuestas elaboradas para intervenir en el llamado frente marítimo interior (de Las Alcaravaneras hasta el mercado del Puerto). De todas las opiniones pulsadas sobre el Mamotreto, sólo una, la de Juan Marrero Portugués, se acercó al elogio: “La verdad es que de noche se ve bonito”, dijo. De resto hasta hubo quien preguntó por el número de arquitectos que lo diseñaron, en función de la veintena de estilos que parece presentar, hasta quien propuso demolerlo inmediatamente. Otros recordaron cómo es posible que nos hayamos gastado tanto dinero público en hacer un intercambiador de guaguas subterráneo en Santa Catalina, para no tapar el mar, y al lado alguien levante tamaño de aparato comercial. El Puerto, como siempre, espera que la polémica sea asumida por el uso ciudadano. Mientras tanto, estos primeros días de Mamotreto ha tenido más trabajo de la cuenta, especialmente en la sección de Guardamuelles.