Muy feo, Luquita. Decir mentiras está muy feo, pero decirlas en un pleno del Ayuntamiento, fatal. Y si en vez de una mentira son dos, huy, huy ,huy. Y si se recogen en acta solemne, con la bendición de la secretaria general, la cosa adquiere visos preocupantes. Por cierto, ¿sabía la secretaria general del Ayuntamiento que éste estaba personado desde junio de 2007? De ser afirmativa la respuesta, cosa que damos por buena dadas sus competencias, ¿por qué permitió que en el pleno municipal de diciembre se debatiera y se rechazara una moción de la oposición reclamando tal personación de la Corporación? Y a mayor abundamiento, ¿sabía entonces que el ilustrísimo señor alcalde ya se había personado a título personal unos días antes? Ambos extremos se han mantenido ocultos hasta que se han descubierto al levantarse el secreto de las actuaciones. Lo que seguramente ignoraría entonces la señora secretaria es que al alcalde la Guardia Civil le había atribuido desde el 25 de octubre la presunta comisión de cuatro delitos, a saber, malversación, prevaricación, trafico de influencias y delito electoral. El juez aún no le ha llamado a declarar.