Los despropósitos, el surrealismo político y las idas y venidas que tiene el mundo de lo público en Canarias han querido que sobre la helisuperficie del complejo Materno-Insular se produzcan unas pintorescas coincidencias. Por ejemplo, que fuera la ex consejera de Sanidad del PP Mercedes Roldós la que recepcionara la obra en la que se incluía esa instalación aérea, levantada en la cubierta de uno de los edificios del Hospital Insular. Luego si hay una responsabilidad política por admitir como propia una dotación defectuosa, es a esa consejera y no a la actual a quien cabría reclamarla. Pero es que la actual consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, nombrada por Coalición Canaria, era la directora del complejo hospitalario cuando las obras fueron oficialmente recepcionadas. Eso significa que ni el PP ni CC pueden ni deben tirarse los trastos a la cabeza por el espectáculo repetido este miércoles de una autovía cortada durante 45 minutos para atender una emergencia ante un helipuerto que no sirve y que costó la nada despreciable cantidad de unos 3 millones de euros. La estructura de la helisuperficie no soporta el peso de tres de los cuatro helicópteros que habitualmente se utilizan en Canarias para este tipo de emergencias, como tampoco podría admitir aparatos de dos turbinas de la Armada o de Salvamento Marítimo. No se desmelenen ni pidan responsabilidades a los técnicos, que una vez recepcionadas las obras se dan por buenas. ¿Pedir responsabilidades a los políticos? No olviden que estamos en Canarias.