Acertarán de pleno aquellos que en estos momentos opinan que las primarias socialistas planteadas en Canarias traerán consigo el afloramiento de lo más granado y afligido que anida en el PSC, de lo peor del militante dolido, que se cree cañero y más socialista que cualquiera, pero que en realidad esconde a un zoon politikon frustrado que nunca ha podido ir en una puñetera lista. Pero se equivocan quienes piensan que todo es así dentro del Partido Socialista, o que Santiago Pérez persigue con su postura de confrontación hacia José Miguel Pérez nada menos que una plaza en las listas al Parlamento de Canarias. Parece mentira que los mismos que desde fuera del socialismo demonizaron al ex portavoz socialista cuando ejercía de gladiador de López Aguilar en estos momentos se aferren a él como gran ariete de la democracia interna, como catalizador de lo que llaman ruptura total del socialismo, como aquella que pregonaron para España. Tras el Comité Regional del sábado, la cosa parece haber entrado en fase suflé, sin que se descarte un próximo hervor.