La pregunta que nadie contesta es muy sencilla: ¿por qué cambió las prescripciones administrativas la secretaria general del Servicio Canario de Salud? ¿Por qué hizo que desapareciera la frase “los licitadores deberán cumplir como requisito de solvencia técnica el haber gestionado servicios de hemodiálisis, en el ámbito público o privado, durante, al menos, seis meses en los últimos tres años”? ¿Por qué modificó la cláusula que exigía disponer de “un patrimonio neto igual o superior al 8% del importe máximo anual del contrato” sustituyendo tal exigencia por un seguro de responsabilidad civil profesional de al menos tres millones de euros? Nadie dice nada de esto, nadie desmiente que esto sea así, todos los defensores del concurso hablan del expediente, de la calidad profesional y humana de la mesa de contratación, de la experiencia de la doctora Palop. Fantástico, macanudo... pero, ¿por qué se modificó el borrador de cláusulas administrativas que habían preparado los técnicos de los servicios centrales del Servicio Canario de Salud? ¿Por qué no habla la secretaria general técnica, Lourdes Quesada, cargo político designado por el PP? De esto nadie dice nada.