La mayoría de CC impidió que se aprobara una moción de urgencia de Ciudadanos de Santa Cruz en la que se pedían dos cosas: la dimisión del alcalde y la paralización de las obras que se realizan en Las Teresitas. La razón expuesta por el concejal Ángel Isidro Guimerá es muy simple: tras la sentencia del Tribunal Supremo que anula la compraventa de las parcelas, los terrenos vuelven a ser de los empresarios. Eso sí, según el nuevo Plan General no se puede edificar en el frente de playa. Pero Guimerá advirtió de que se puede estar cometiendo otra ilegalidad ya que se estarían haciendo obras con dinero público en un suelo que vuelve a ser privado, al menos una parte, y a la espera de lo que decida el TSJC, ya que en la querella de la fiscal María Farnés Martínez se argumenta que una parte de esos terrenos, por los que se pagaron 8.750 millones de las antiguas pesetas, ya eran públicos.