La noche del miércoles empezó como la última del actual consejo, pero la vía diplomática arregló las cosas. Todo queda en que los accionistas recibirán más información de las labores que se desarrollan en el máximo órgano de club. De lo que se deduce que hasta el momento esa comunicación era insuficiente, algo que se entiende bastante mal. Si no se da información a los accionistas, éstos, que son los que ponen el dinero, se enfadan y tienen una razón para ello. ¿Por qué entonces no cuentan con pelos y señales todas sus acciones? Nos consta que no hay nada que esconder, lo que todavía pone más arduo el entender esa manera de proceder. Hay otra parte de la reunión de este miércoles que no gusta nada. Ya con las aguas calmadas, a García Navarro le pidieron que se posicionase en contra de Juan Ruiz, el consejero maldito. El accionista estuvo rápido de reflejos. Él no lo ha puesto, no será él quien mueva un dedo para quitarlo.