Tenerife, y Canarias por ende, deberían estar de enhorabuena a estas alturas por la inauguración este viernes del nuevo auditorio, con la presencia del Príncipe Felipe y la asistencia de toda la gente guapa, glamurosa e importante de la región. Y olé. Han pasado más de treinta años desde que empezó a pensarse en este edificio, y como el de Gran Canaria, su ubicación y construcción han sufrido diversas vicisitudes. Por no hablar de su financiación y presupuesto total, uno de los más ocultos secretos de la arquitectura regional canaria. Algunos cálculos cifran en 14.000 millones de los de antes (85 millones de euros de los de ahora) el coste total, para lo cual fue preciso poner de acuerdo al Ministerio de Cultura, al Gobierno de Canarias y, por supuesto, al Cabildo de Tenerife, promotor principal de la iniciativa.