Obsérvese que no se exigía del Gobierno que precisara cantidades, algo por otro lado imposible de determinar desconociéndose como se desconoce la potencialidad exacta de los pozos petrolíferos con los que Soria sueña cada noche. Se pedían estimaciones, se preguntaba si se había decidido ya designar un porcentaje de la recaudación por tributos a Canarias para de alguna manera contrarrestar los posibles efectos negativos que pueda tener el petróleo en la imagen de las islas y en su industria turística. La respuesta del Gobierno es vaga y dispersa, a la par que elocuente, pero deja muy claro que no va a haber un tratamiento preferencial para Canarias, como era de prever: “La recaudación por impuestos especiales nunca podrá determinarse a priori ya que la misma no depende del petróleo extraído sino de los productos que se obtengan del refino de este producto (gasolinas, gasóleos, fuelóleos, etcétera)”, pues vale. “La tributación está condicionada al destino que se dé a estos productos, exportación o mercado nacional, y dentro de éste, entre destino a la península a Islas Baleares y el resto del territorio español. Vale también. ”Si el destino es la península e Islas Baleares, dependerá de su uso final (con impuesto, con exención o con tipo bonificado)“, grandes beneficios para el país, sí señor. En el último párrafo está el padre de la baifa: ”No obstante, de la recaudación final que se produzca, la Islas Canarias recibirán la parte que la normativa sobre financiación establezca en la normativa reguladora de los impuestos que gravan esos productos“. Si no entendemos mal, Canarias va a recibir exactamente lo que le corresponde de los impuestos que aplica a los carburantes, es decir, la misma parte de la tarta que viene recibiendo hasta ahora y que pagamos los que ponemos gasolina o gasoil en las gasolineras, algunas de ellas de Repsol. Porque de la recaudación que obtenga el Estado por las autorizaciones (impuestos espeiales) y los correspondientes impuestos que habrá de pagar Repsol por sus beneficios (impuesto de sociedades que sus socios tributarán donde tengan sus sedes sociales), nada se dice en la respuesta gubernamental, lo que equivale a cero patatero, que diría con aquel inconfundible gracejo el señor Aznar. Sobre lo que vayan a recaudar otros no iba la pregunta parlamentaria, y mucho menos la respuesta del Gobierno. Cuando nos enteremos, lo publicaremos.