No conocíamos esa virtud en Los Verdes de Santa Brígida, pero la anotamos para mejor proveer. Tanto Amalia Bosch, la líder de los ecopijos, como su segundo de abordo, Antonio Ramírez, que va de independiente dentro del follaje (verdor, mayormente) han utilizado sus habilidades filológicas para desmentir que hayan retirado cualquier atisbo de duda, sospecha, resquemor, mosca, inquietud o nubarrón sobre la intachable gestión del que hoy apoyan como alcalde de la villa, el popular Lucas Bravo de Laguna. La señora Bosch estuvo en el programa El Correíllo y hasta se atrevió a decir que nuestro titular del sábado (Los Verdes de Santa Brígida retiran la acusación contra el alcalde, del PP) es tendencioso y que las palabras de Toñin Ramírez (“ahora sé que un concejal de Hacienda ni pincha ni corta”) fueron interpretadas de manera “poco afortunada” por el periodista a quien se lo dijo. Todo lo argumentan en torno a alambicados juegos de palabras tras los cuales sólo se esconde una cosa: han canonizado al Niño Lucas. Y están en su derecho.