Pareció desprorporcionada la salida a la palestra de todo un consejero de Turismo para hacer frente a las primeras avalanchas de periodistas que reclamaban información sobre las detenciones. Quizás Manuel Fajardo prefería dar la cara antes de poner como cortafuegos a dos de sus cargos intermedios, el director general de Ordenación Turística, Raimundo Domínguez, o la viceconsejera de Turismo, Pilar Parejo. Por ejemplo, la reciente crisis con detenidos en la consejería de Antonio Castro fue administrada por el responsable de Visocan. Por eso, se echó en falta la presencia de Pilar Parejo este jueves respaldando a su consejero. La buscamos por todas partes y lo más que llegamos a averiguar es que estaba en Presidencia del Gobierno, en las inmediaciones del viceconsejero de Comunicación, Daniel Cerdán, del que no se sabe qué estrategia diseñó para hacer frente a esta crisis.