Las cosas que pasan en la Consejería de Turismo parecerían increíbles si no fuera porque de todas ellas existen pruebas -incluso documentales- que algún día habrá que incorporar a un libro gordo del disparate canario. Rita Martín se ha permitido poner por escrito que no había dinero para esponsorizar al jugador Rafael Cabrera, que juega en el Tour internacional de golf y sí para otro jugador, el también grancanario Carlos Sunnenson, que se encuentra en una categoría inferior y que se encuentra a decenas de puestos en la clasificación de mejores jugadores. La consejera ha confesado que sólo había dinero para un jugador, pero no ha sido capaz de explicar, al menos que se le entendiera, por qué sí ha habido esponsorización para Sunnenson y no para Cabrera. No queremos pensar, ni siquiera por asomo, que todo se debe a que Cabrera es hijo de un conocido simpatizante socialista del Sur grancanario y Sunnenson, yerno del ex dirigente del PP y ex presidente del Parlamento José Miguel Bravo de Laguna.