No sólo en Fuerteventura hay dos PP, en lo que alguien con más cartel que el marqués se atreve a presentarse al Congreso regional a plantarle cara al zeñorito. También en el municipio de Mogán anda el partido de centro reformado dividido, y lo que es peor, el propio grupo de gobierno de diez concejales que ganó de aquella manera bajo investigación policial el inigualable Paquirrín. Las cuentas, de momento, salen a un fifty-fifty, entre peperos limpios de este mandato y pringaos de los años de Góndola. Incluso la división del grupo se perfila con denominación de origen: está de un lado la gente de Arguineguín, con Tomás Lorenzo de capitán de uno, y del otro el propio Paquirrín, de capitán de ídem con los del barranco y playa de Mogán, Veneguera incluida. Y el pueblo, que no es tonto y todo lo ve, resopla resignado a ver si llega al ayuntamiento la ventolera que recorre Canarias de La Oliva a Valle Gran Rey. Ánimo, valientes.