Pero el abogado de Soria hizo una cosa todavía mejor, preguntar al imputado lo siguiente: “¿Cree que la Brigada de la Policía [Judicial] intenta que se abra una causa general contra usted?”. A lo que el imputado, encantado con la pregunta, contestó que no tiene la menor duda y que a esa opinión contribuye el hecho de que la investigación “continúe abierta”. El abogado de la acusación popular, José Manuel Rivero, protestó ante la juez por haber admitido una pregunta que, a su juicio, “pone en entredicho el papel de la instructora y del Ministerio Fiscal”. Efectivamente, si la Policía tiene abierta una investigación será por encargo de la juez, por autorización de la juez, por deseo de la juez o porque la juez lo permite. Porque si Margarita Varona hubiera creído en noviembre, cuando Soria declaró lo que declaró, que no hacía falta investigar nada, habría archivado sobre la marcha y no se habría tomado tantas molestias. Y es cierto que el fiscal ha pedido la práctica de más pruebas, como por ejemplo, que se investiguen las cuentas de Anfi, porque si Soria pagó como dice que pagó todo lo que pagó, tendrá que estar reflejado. Por lo menos los últimos cinco años.