Y es que lo más interesante de la conferencia se produjo al principio, cuando Rivero recordó que el 20 de febrero de 1924 Miguel de Unamuno fue deportado a Fuerteventura. El ejemplo le sirvió para decir que Madrid considera a las islas “tierra de castigo y olvido” y una “cárcel de agua”. La cita histórica indignó a Saavedra, que recordó después en el coloquio cómo no hacía falta irse tan lejos porque “Iñigo Cavero o Joaquín Satrústegui fueron desterrados a Fuerteventura por otro dictador más cercano en el tiempo que se llamaba Franco”. Los muy conservadores miembros del Club asintieron la apreciación, pues no en vano tanto Cavero como Satrústegui eran respetables liberales de orden y antifranquistas, aunque nada izquierdosos. La sorpresa vino después.