Los continuos patinazos de la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, algunos propiciados por esos mismos enemigos íntimos, no ayudan mucho, todo hay que decirlo, pero bien es cierto que en este Gobierno patinan casi todos y es a la Montelongo a la que le caen la inmensa mayoría de los cachetones. Lo explican con mucho salero los sesudos analistas de la prensa local, particularmente de la prensa canariona, donde le han retirado todos los escudos a la consejera hasta dejarla sin guarnición alguna. Los encargos sorianos a los diarios amigos de vaciar el cargador sobre la consejera han colocado a algunos periodistas al borde mismo de la esquizofrenia: por un lado se ponen a investigar los oscuros entresijos del servicio de empleo y por otro se tropiezan de narices con la tocada de ídem que pueden hacer al amigo plateado por aquellos euros pendientes de justificar. Pero volviendo a Águeda, no está sola en la maldición, pronto saltarán más nombres.