Adán Martín eligió el 14 de mayo, o 14-M, como se quiera escribir, para echar a Soria de su lado. Con esa marcha caerán, como se sabe, casi un centenar de personas, entre altos cargos y demás satélites. Pero cae también una parte de la trama de terror que Soria y su Larry han tejido alrededor de muchos de esos asesores para que no se juntaran con los desafectos al régimen. Algunos de ellos ya nos han llamado para decirnos que ya nos pueden saludar, que ya no tienen que cambiar de acera cuando nos vean por la calle, que ya nadie vigilará sus móviles para comprobar si filtran o no filtran historias a los enemigos. “Tú no sabes cómo son estos cab...”, nos dijo este sábado, con la ruptura todavía caliente, una de esas asesoras. Ya buscan la reconversión y la reinserción social. Les deseamos mucha suerte.