Desconocemos en estos momentos si ya se ha publicado alguna tesis acerca del modo en que las autoridades de Tráfico y sus satélites (léase consejerías de Obras Públicas o ayuntamientos) transmiten a los automovilistas sesudos mensajes de concienciación para la seguridad vial. Con esto de la entrada en vigor del carné por puntos, los teóricos de la comunicación tienen un filón porque las frases se las traen. Son tan directas unas veces y tan rebuscadas las otras, que habría que ver si no están por sí mismas ocasionando accidentes que antes no se producían. El conductor se tiene que entretener leyendo cómo se cotiza ir sin casco, poner en peligro a un ciclista o circular a 90, 100 o 120 kilómetros por hora. Por no comentarles lo gráfica que es la leyenda que te invita a “conocer tu túnel” para que te fijes en todos los extintores, teléfonos y quitamiedos que tiene. Y, de tanto fijarte, rianga, te das una cachetada.