Pero, ¿qué quería decir Soria al afirmar que se acabó hacer política con la toga puesta? No parece un mensaje demasiado encriptado, conociéndolo como lo conocemos. El líder del PP canario, que ha pisado juzgados por activa y por pasiva, por lo civil y por lo penal, tiene acreditada fama de matar al mensajero, de negar la mayor para asirse al complemento directo en lugar del verbo y el sujeto. Los ocho años de gobiernos socialistas, con una activa y implacable Fiscalía Anticorrupción, han hecho mucha mella en el Partido Popular en prácticamente todas las regiones españolas. Y Canarias no ha sido una excepción. Donde quiera que se lo permiten, el líder popular repite el mismo discurso: no se ha podido probar ningún delito; nos han condenado sin juicio; somos víctimas de una cacería... Y recurrentemente se coloca él como primer ejemplo por el caso Salmón, asunto referido a su propio cohecho impropio del que salió judicialmente indemne gracias a una interpretación bastante ventajosa de una juez a la que seguramente jamás acusará de hacer política con la toga puesta. Y es un recadito directo a los que todavían tienen entre manos asuntos de imputados del PP: se acabó hacer política con la toga puesta, hay que despolitizar la Justicia. ¿Hay que absolver a todos los políticos incursos en procesos por corrupción o solo a los del PP? La respuesta está en el viento.