Pero si lamentable es escuchar en la televisión pública canaria los comentarios absurdos y huecos de un portavoz tan indigno para un Parlamento como es Barragán, peor es verlo en un intento increíble de reflexionar sobre el desempeño y el acierto de los diputados autonómicos. Como si acabara de llegar a la política, este triste ejemplo de la caradura institucional se atrevió a lanzar preguntas retóricas del tipo “¿Conocen realmente los parlamentarios a la gente que representan? ¿Llegamos realmente a la gente? ¿Discutimos las cosas que ellos quieren que se discutan? ¿Estamos realmente nosotros cerca de los ciudadanos?” Y tú me lo preguntas con esa carita de cordero degollado. Poesía eres tú.