Mucho chau-chau y poco jase-jase. O dicho en román paladino y mesetario: no se puede estar hablando de regeneración de la vida política canaria, aguantar pastorales con ventolera del marqués de las dunas, o clases de ética similares, los domingos de Soria cuando todos corren como locos detrás de Dimas Martín para que, como mucho, se esté quieto y no apoye a nadie. Este sábado vieron por Lanzarote, también en plan perrito faldero, al alcalde pedáneo de Ican que Aznar tiene en Canarias, que se acercó hasta allí para tratar de arreglar “lo de Dimas”. Lo de Dimas, en versión PP, es darle el indulto para que no estorbe; lo de Dimas, según Mauricio, es lo mismo pero con truco: “no apoyes a Román porque me chivo a Soria”. Lo de Dimas según Becerra es “que se pudra” y lo de Dimas según el PSC, es “que aguante hasta el final de legislatura y luego Dios proveerá”. Lo malo es que se la ciudadanía está exigiendo que para hablar de regeneración todo ha de pasar por un pacto previo de no supeditar nada a Dimas Martín. Eso es “lo de Dimas” según el elector.