No podían haber elegido un regimiento con otro nombre para tomar pacíficamente la Isla de Lobos. No. Se tenía que llamar Regimiento Soria, lo cual, además de prestarse a la coña marinera, podría ser muy hábilmente utilizado por el secretario de agitación y propaganda del alcalde de Las Palmas, Luis Larry Álvarez, para defender las oposiciones a Policía Local de esa ciudad o para demostrar que también su jefe es un patriotra constitucional. Pero si son más hábiles los nacionalistas de CC podrían aprovechar esta desmesura en que se ha convertido la operación perejila para sacarle los colores a Federico Trillo y acusarle, medio en broma medio en serio, de haberle querido hacer otra trastada a Soria, al que ya jeringó una vez con el hospital militar. Ya ven ustedes todo lo que está dando de sí el dichoso islote este de los trillos.