La tropa que aún le queda a Suárez Gil dentro de la Cámara piensa seguir dando guerra hasta el final. De momento, han planteado un par de iniciativas para tratar de poner contra las cuerdas al presidente de la Corporación, Ángel Luis Tadeo. Una de ellas tiene todos los ingredientes de ser una auténtica perreta infantil y tiene como telón de fondo la visita que hace unos meses realizó a la institución el presidente del PP, Mariano Rajoy. Al encontrarse Tadeo de viaje en Miami y Suárez Gil convaleciente de una operación de garganta que incluso le impedía hablar, el presidente optó por delegar su representación en el secretario general de la Cámara, Luis Padrón, y en la directora general, Pilar Alcaide. Pero cuando faltaban escasos minutos, reaccionaron los hombres plateados y se personaron allí el mismísimo Suárez Gil y el vicepresidente tercero, Graciliano Afonso, un hombre con vocación de hacer política en los municipios del norte de Gran Canaria bajo el manto del PP. Y aquella oportunidad no había que desperdiciarla.