¿Recuerdan que en julio les comentábamos algunas claves de aquella dimisión y reculada en 48 horas del concejal de Urbanismo de Mogán, Silverio Hernández? Andaban las aguas del PP gondolero revueltas por los encontronazos del alcalde, Francisco González, con su primer teniente de alcalde a cuenta de la única fuente de riqueza tras la muerte del PGOU, el suministro de aguas. A Paquirrín, que ya tiene a su ex Onalia moviendo compromisos europeos y familiares para echarlo de la poltrona, se le pusieron los ojos en órbita cual Tío Gilito al escuchar que a Silverio “le iban a dar dinero” y por eso amagaba con dimitir. Les pedíamos paciencia para dar con el bollo del cogollo del meollo, que era cuestión de tiempo encontrar la veta acuífera. Pues bien, ha llegado el día: este viernes el PP de Mogán lleva al pleno una sesuda Memoria que recomienda encarecidamente a los representantes del pueblo conceder la gestión indirecta del tratamiento y suministro de aguas a una única empresa privada y acabar con el reparto territorial que supone contar con tres actores en presencia: Aquatauro, Puerto Rico S.A. y Aguas de Arguineguín.