Los planes de Coalición Canaria y Nueva Canarias pasan por hacer presidente del Cabildo de Gran Canaria a Román Rodríguez, para lo cual serían imprescindibles los votos del CCN, echado al monte desde que vio que tenía un consejero, y del PSOE, que con siete actas es la segunda fuerza de la Corporación. Pero NC, CCN y CC suman ocho, y asiéndose a ese resultado aritmético están convencidos de que pueden convencer a los socialistas. Tendrán que empezar por la portavoz del grupo, Carolina Darias, que no parece estar por la labor de meterse esa rueda de molino entre pecho y espalda. El PSC es víctima en el Cabildo del odio islandés que se profesaron antes, durante y después del 22-M las dos facciones nacionalistas. De lo contrario, un pacto con Darias de presidenta hubiera sido entonces lo natural, pero tan solo tres meses después, de buenas a primeras, es la tercera fuerza en número de consejeros la que podría hacerse con la presidencia. No tragan los socialistas, sobre todo después de leer que el pacto entre NC y CC es puramente electoral para el 20-N. ¿Y Telde? Pues peor lo tiene la confluencia nacionalista, porque si no convence al PSC en el Cabildo, menos logrará en ese Ayuntamiento para colocar como alcalde o alcaldesa a otro correligionario de Román Rodríguez. Y todo ello sin descartar que el CCN despliegue nuevamente sus encantos.