No le han venido nada mal las elecciones al Partido Socialista Canario, sección Gran Canaria, que parece haber despertado de un letargo que le tenía condenado casi al modelo residual. La llegada de los independientes, que causaron su furor y su resquemor inicialmente, es uno de los acicates, y ya pueden leer en esta misma edición lo que opina Saavedra del papel que Pérez y Díaz Tejera pueden desempeñar si quieren y les dejan. Pero mentar la posibilidad misma de que entre vida inteligente en determinados órganos de la organización pone de los nervios a más de uno, especialmente a los que tienen contratados unos centenares de brazos de palo que vayan a las asambleas sólo a votar. Los nervios, como suele ser habitual, desatan los rumores, algunos de los cuales nacen en aplicacion de viejas fórmulas tales como las que tienen que ver con quemar nombres lanzándolos al estrellato con antelación suficiente. Así, han dicho que personas como Domingo González Chaparro o Antonio Márquez están medrando para ocupar puestos en la nueva Ejecutiva. Ojalá, dicen otros con coeficiente intelectual situado en la media o superior.