Salvar el culo de Pedrojota (y del PP)

Ni cuatro meses ha tardado el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, en desautorizar públicamente al fiscal jefe de Cataluña, Martín Rodríguez Sol, al que dio posesión el pasado 26 de julio. Su decisión de abrir diligencias para investigar al periódico El Mundo por publicar un supuesto borrador de supuesto informe supuestamente policial con la clara intención de empuercarle la campaña a Artur Mas y a Convergencia i Unio, es la razón del disgusto. Torres-Dulce tardó bien poquito en telefonear a Rodríguez Sol para decirle que qué coño es eso de investigar al periódico de cabecera del régimen que, además, está realizando un impagable trabajo de desprestigio de los nacionalistas catalanes en el preciso momento en que el Partido Popular se dispone a obtener en Cataluña los mejores resultados de su historia. La euforia de Pedro José era indisimulable la tarde-noche de ayer porque, de repente, le parecían acrisoladas las instituciones del Estado que salieron en su defensa, obviando, naturalmente, el comunicado del TSJ de Cataluña que niega la existencia de tales informes policiales, como se encargó de asegurar el jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que fue entrevistado amablemente por el juez instructor del caso Palau, que viene a ser la madre de todas las batallas. El PP, mientras tanto, bloqueaba la comparecencia en el Congreso de los Diputados de los ministros de Interior y de Hacienda, que han hecho declaraciones públicas avalando la veracidad de unas informaciones que desde el punto de vista periodístico, jurídico y policial están cogidas con saliva. Salvan el culo a Pedro Jota hasta después de las elecciones, cuando ya no importará que se sepa que lo publicado es una más de sus empuercadas campañas de descrédito pagadas al peso.