Hubo farol. Finalmente ha sido Santiago Santana Cazorla quien se ha hecho con el 51% de las acciones de Anfi del Mar, S.L., hasta ahora en manos del touroperador TUI. La opción presentada por el empresario canario hace unos meses produjo un rechazo del grupo que se quedaba en el 49%, es decir, la familia Lyng, fundadora del resort. Björn Lyng anunció entonces que ejercía el derecho preferente de adquisición de las acciones que en su día vendió al touroperador alemán y de ese modo asumía la posición ofertada por Santana Cazorla. Pero al parecer, Lyng iba de farol por una razón bien sencilla; ni tenía el dinero suficiente ni lo pudo conseguir. Finalmente ha valido la opción de compra ejercida en su día por Santana Cazorla, lo que deja con dos palmos de narices a Lopesan y a Satocan, empeñados como andaban en entrar en el negocio de los Lyng y rematar una franja de litoral muy apetitosa.