José Manuel Soria ni siquiera esperó a que su diputada nacional Carmen Guerra recibiera la documentación que solicitó en el Congreso de los Diputados sobre esa supuesta (y falsa) manipulación. Fue tal el cabreo que le produjo la presencia de Miguel Cabrera Pérez-Camacho en el programa de TVE 59 Segundos, en el que se despachó a gusto y donde soltó, a modo de aviso a navegantes, que está disponible para ser presidente regional del PP, que de inmediato ordenó a Carlos Palanganero Ester que metiera la pregunta en el Registro de la Cámara. La iniciativa tuvo entrada en el Parlamento al día siguiente de aquel programa, el 3 de febrero, y su tenor literal fue el siguiente: “¿Qué opinión le merece el escrito remitido por CCOO al Consejo de Informativos de TVE en el que denuncian malas prácticas profesionales en TVE en Canarias relacionadas con la vulneración de los principios de pluralidad informativa?” O sea, un asunto que entronca directamente con la acción de Gobierno, como es menester.