Estamos absolutamente convencidos de que el asunto de Inerza, antes Serviport, la empresa de Germán Suárez de la que una vez Arnáiz fue consejero delegado, traerá mucha cola. Y la traerá precisamente por el empeño del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Emilio Mayoral, de acabar con los abusos y la impunidad. Serviport consiguió con Luis Hernández una concesión de cinco años, y cuando sólo habían trascurrido tres, rianga, un papelito ampliando la concesión en treinta años. En Bruselas tienen que estar flipando con las cosas de ese puerto, porque ya tiene bemoles que el empresario beneficiado por tal desproporción la haya propiciado desde dentro. Lo malo, dicho sea así, a bote pronto, es que no se ha producido la necesaria ratificación en el consejo de administración, lo que significa que todavía se puede salvar algo del interés general. Esperemos.