Por si el catálogo de castigos infligidos a Canarias desde el Gobierno central fueran pocos, sumen lo que acaba de decretar manu libertad de mercado la compañía Iberia y su filial de bajo coste Iberia Express, que ha decidido mandarse a mudar en fechas claves de los aeropuertos de Lanzarote y Fuerteventura coincidiendo casualmente con los momentos de temporada turística en que se han rebajado las tasas para los aeropuertos baleares y no para los canarios. Un quebranto que se suma a la escandalosa subida de precios que están experimentando en sus tarifas las compañías aéreas gracias, entre otras cosas, a la eliminación de las bonificaciones en las tasas aeroportuarias que demostró su efectividad durante el tiempo que estuvo en vigor, es decir, hasta que llegó a mandar el Partido Popular. Volar desde Canarias a Madrid puede llegar a costar para un residente hasta 600 euros, algo inaudito. Los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura han puesto el grito en el cielo con toda la razón del mundo.