La despedida de Moreno sobrevive en Málaga
Se dice que una despedida suele ser amarga, pero si el adiós es pronunciado por Manuela Moreno y su equipo se convierte en una sucesión de risas que sobreviven a los tristes síntomas y pesares de un momento como este. Así es como la directora debutaba en la decimoctava edición del Festival de Cine de Málaga, su primer largometraje “Cómo sobrevivir a una despedida” fue una suerte de sentimientos encontrados, los mismos que produce el hecho de que alguien se aleje o cambie de estado.
Es lo que le sucede a Gisela (Celia de Molina) abandonará su actual estado civil para adentrarse en el mundo matrimonial lo que supone para sus amigas Nora (Natalia de Molina), Marta (Úrsula Corberó), Tania (María Hervás) y Mateo (Brays Efe) un gran acontecimiento y, como no, una ineludible despedida de soltera. Es el eje central de la opera prima de la directora, asidua en Málaga, que participa por cuarta vez en el Festival, donde fue premiada el año pasado con su cortometraje “Pipas”. En esta ocasión nos cuenta, en tono de comedia, el alocado viaje a Canarias de cinco jóvenes que hacen de todo para pasarla en grande en más de 100 minutos de auténtico desmadre.
La cinta fue presentada el pasado domingo en el malagueño Teatro Cervantes bajo la expectante mirada de numerosos asistentes que al final de la proyección, aún con el eco de sus risas, dieron “una larga ovación que nos llena de satisfacción” en palabras de su productor que acompaña al equipo en el preestreno por distintas ciudades españolas y que saldrá en cartelera este viernes 24 de abril.
Dando Guerra
“Cómo sobrevivir a un despedida” fue rodada en más de 40 localizaciones, la mayor parte de ellas en Gran Canaria, lugar en el que transcurre la historia y de donde es oriundo su productor Adrián Guerra, quien ha comentado a Canarias Ahora que la película “es un proyecto multiplataforma, que empieza en el cine pero transciende a otros medios” como el consecuente libro titulado “Cómo sobrevivir al amor” de Olga Salar que relata la historia de los protagonistas diez años antes del film, dirigido especialmente a la generación BY, nueva definición adaptada a un publico juvenil inmerso en el mundo digital que pasa su tiempo entre estudios, fiestas, algún miedo y mucho WhatsApp.
Adrián Guerra (Nostromo Pictures) incansable promotor del cine español perteneciente a la era 3.0 y autodefinido como “fruto de la generación de Internet”, está doblemente presente en el Festival del Cine Español. Además de producir, con un sobresaliente, la película de Montero, trabaja en el largometraje “Palmeras en la nieve” de la que se pudo ver un avance en la sección “5 minutos de cine” contando con la presencia de su director Fernando González Molina (“Tres metros sobre el cielo” y “Tengo ganas de ti”) y parte del reparto encabezado por Mario Casas, Adriana Ugarte, Alaín Hernández y Macarena García. Un pedazo de papel desencadena una historia épica que se desarrolla en los tiempos de la España colonial y en el presente adentrándose en dos culturas y dos generaciones tan disímiles como estremecedoras.
A las cintas “Palmeras en la nieve”, “Cómo sobrevivir a una despedida” y “Tiempo sin aire”, esta última perteneciente a la sección oficial, las une un factor común, las tres películas se han rodado en tierras canarias, lo que supone la continuidad de una racha positiva para el archipiélago y para el presupuesto de distintos profesionales del sector que se ven atraídos por la pluralidad de paisaje, el buen clima y unas ventajas fiscales que sonríen a los inversionistas. De este tema el productor grancanario es un buen embajador, ha producido muchas películas en territorio guanche y, seguramente, seguirá dando guerra de la buena con el fin de forjar un tejido audiovisual potente en las islas.
De despedida a boda
Málaga nos ha dejado, además de las distintas alfombras rojas que visten las calles abarrotadas de público, momentos significativos como el inesperado adiós de Paco León al que se le rindió un homenaje póstumo en la gala de entrega del Premio Eloy de la Iglesia. Este acto, con una puesta en escena cómica y original, fue presidido por Canco Rodríguez y la Terremoto de Alcorcón que anunciaron la muerte del actor y leyeron una a una sus últimas voluntades.
Destacaron de la lista, el beso de los hermanos Aitor Luna y Yon González, la canción que entonó Belén López o la actuación de su tío Paco bailando el Lago de los Cisnes, quien fue el encargado de entregarle el premio a su sobrino. Fue así como Paco de León resucitó de entre el público y emocionado recibió su premio que considera “un amor correspondido entre el Festival y yo”, sentimiento que lo llevó al altar para unirse, por muchos años más, a la cita en mayúsculas del cine español. Sin duda el actor sevillano, que está más vivo que nunca, se sentirá aún en la gloria con este homenaje.
Los otros galardonados han sido el actor malagueño Antonio de la Torre, con el premio Málaga Sur, quien rodeado de amigos, familiares y un caluroso público recibió emocionado este reconocimiento considerándolo el más importante de su carrera, ya que ha sido en esta ciudad que lo vio nacer donde empezó su reconocida trayectoria profesional. Por su parte, la magnífica actriz Julieta Serrano alzó la Biznaga de Plata Ciudad del Paraíso, que toma vida en esta 18 edición y lo hace nada menos que rindiéndose ante una dama barcelonesa, que ha pisado las tablas, la televisión y tiene más de cincuenta películas en su haber, cinco de ellas bajo el mando de Pedro Almodóvar.