El 'Perfil' de Néstor Santana, en la Sala de Arte de CajaCanarias
La Obra Social y Cultural de CajaCanarias exhibe en su Sala de Arte de Las Palmas de Gran Canaria la exposición de Néstor Santana, Perfil. Esta muestra es en esencia una serie en la que el artista retrata distintos contornos abstractos que definen la figura humana bajo su prisma surrealista. La muestra será inaugurada a las 20.30 horas de este martes y podrá ser visitada hasta el 10 de noviembre, en horario de martes a sábado de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 21.00 horas. Y domingos de 11.00 a 14.00 horas.
Esta propuesta pictórica se enmarca dentro de la programación del Otoño Cultural de CajaCanarias, un arranque de arte, música y literatura, entre otros encuentros, que la entidad de ahorro ha programado en la Isla durante los meses de octubre y noviembre.
En Perfil, Néstor Santana traduce en un lenguaje pictórico las sensaciones que sedimentan su interior y el interior del hombre. Para ello, rodea y penetra sus lienzos con elementos que aunque tengan que ver con la naturaleza figurativa de las cosas, los abstrae para dotarlos de otros significados e incluso otras intenciones.
De su divagación surgen en sus obras imágenes reconocibles, superpuestas o solapadas, incluso soslayadas, enmarcadas en un contexto mucho más etéreo, que sólo en apariencia es un ininteligible humor.
Arte intimista
Los años que cursó Medicina dejaron a este artista canario una profunda huella reconocible en su pintura, dotada de una anatomía quebrantada y de la víscera, pero no de modo brutal sino como una invitación a entender lo que sale de dentro.
En lo meramente pictórico, sus lienzos son por lo general de apariencia lisa. El dibujo es cuando este existe, exacto pero veloz, haciendo énfasis en las siluetas que desarma en las capas más cercanas a modo de trasparencias. El color forma parte de la naturaleza sensitiva de los objetos representados y los define, completando el producto final.
La mayoría de las veces podría decirse que conecta el objeto representado a un color que nace de la condición subjetiva de lo que representa y siempre sin reparos lo exagera para magnificar quizás así la intención. La tela recibe entonces el color vivo con tonalidades.
Armonía clásica
Amante de los clásicos desde Rafael hasta Cézanne, de Masaccio a Gauguin, los cuadros de Néstor Santana se presentan con una armonía y perspectiva clásica en la composición más allá de lo legible de la obra y sin ningún desdén por la concepción ilusionista. Su perspectiva se verifica en el uso de los planos y las diagonales, las que algunas veces encontramos reafirmadas por su costumbre de exagerar trazos que parecen salidos de abstraer en el arte la labor del bisturí.
Lejos de perderse en contingencias de la mente, Santana viaja a lo largo de su trayectoria artística con certidumbre. La certidumbre de lo actual para el hombre como especie; no en un aspecto racional sino más bien sensitivo. La certidumbre de los placeres de la condición física del hombre, lo audible, lo palpable si cabe. La certidumbre de sus emociones, que parece querer contemplarlas desde otro punto y finalmente la certidumbre de la musicalidad con sentido propio; presente en el color, las formas y la composición general de cada obra suya, sustentando el calificativo de erudición basado en la asimilación de los textos que le inspiran; prolongando y trasladando ese entendimiento en la traducción madura de las emociones que le despiertan.