El Canarias mantiene viva la esperanza
El Iberostar Tenerife sacó adelante su partido ante el Río Natura Monbús Obradoiro (71-56) en un choque donde los dos equipos estuvieron nulos en ataque y que ganó el que estuvo más acertado en los momentos finales.
Ese fue el conjunto canarista que de la mano de Rodrigo San Miguel, primero, y Tim Abromaitis, después, sumaron esos puntos necesarios para tomar una diferencia en el marcador que les permitió afrontar los últimos instantes con cierta ventaja en el marcador.
Este triunfo mantiene a los canaristas en la zona media-alta de la clasificación, con algunas opciones aún de alcanzar la octava posición, aunque el triunfo del Murcia le complica más ese objetivo.
El partido empezó con un Iberostar Tenerife muy intenso en defensa, pero con falta de acierto ofensivo. A los tres minutos el partido registraba un 5-0 para los locales y a los cinco, Maric anotaba la primera canasta para los visitantes. Fue, sin duda, un choque lleno de desaciertos en ataque por parte de ambas escuadras, aunque con un ligero dominio en el marcador de los de Txus Vidorreta.
Con 18-16 concluiría el primer cuarto y en el que los técnicos intentaron, a base de muchos cambios, buscar el quinteto ideal y en busca de conseguir ese equilibrio en el juego.
No varió nada en el segundo cuarto. Seguía el nulo acierto ofensivo e intentaban, con una buena defensa, controlar el partido. Fue el Obradoiro el que mejor jugó ese segundo cuarto, al punto de que en el minuto 16 se pondría por delante en el marcador por primera vez en el encuentro (20-21), una situación que no le duraría mucho tiempo porque los locales volverían a controlar ligeramente el marcador.
Tras el descanso apareció la figura de Bendzius, un jugador que si antes del descanso no había anotado, se convirtió en el hombre más destacado de los gallegos y sacaba a su equipo del bloqueo ofensivo que tenían.
Y el marcador seguía igualado (32-31, min. 23) hasta la aparición del base Rodrigo San Miguel que también logró desatascar a su equipo con dos triples (38-31) y una jugada trenzada entre Richotti, Beirán y que culminó Jones (40-31, min. 25).
A partir de ese momento, el Iberostar Tenerife supo controlar mejor el partido. Moncho Fernández, a base de cambios y tiempos muertos, intentaba darle la vuelta al partido y, aunque en ocasiones se acercó, Tim Abromaitis se encargó que las diferencias se mantuvieran a favor de su equipo hasta los instantes finales.