Bankia garantiza que alcanzará los 1.795 millones
El Banco de España ha fijado en 1.795 millones las necesidades de capital de Bankia para alcanzar el 8% de capital principal, porcentaje mínimo establecido por la normativa para las entidades financieras que coticen en bolsa, lo que “coincide con la previsión” de la propia entidad“, según explicó este jueves el grupo financiero en un comunicado.
“Los datos del Banco de España coinciden con las previsiones de Bankia y con la decisión adoptada por el Consejo de Administración de salir a Bolsa en los próximos meses para cubrir las necesidades de capital fijadas en un 8% para las entidades financieras que coticen”, explican.
Según Bankia, “aunque en el informe del supervisor se indica que Bankia necesitaría 5.775 millones de euros adicionales para llegar al 10% de capital principal, puesto que en este momento no es una entidad cotizada, también recoge que el Consejo de Administración del 17 de febrero acordó iniciar los trámites para la salida a Bolsa del Banco, lo que supone un nivel de capital mínimo a cumplir por la entidad del 8%”.
Bankia presentará “en los próximos días al Banco de España” su plan de capitalización “en el que se detallará la estrategia de la entidad y el calendario de la operación” y con el que gracias a “la apelación a los mercados de capitales, cubrirá los requerimientos de capital mínimo establecidos por el Real Decreto Ley para el Reforzamiento del Sector Financiero”.
Medidas para “sanear” la entidad
El grupo explica que además de la salida a Bolsa ha tomado “diferentes medidas para reforzar su capital y sanear la entidad”, tales como tener provisiones por 9.200 millones de euros en 2010 para “sanear completamente el balance y estar preparados para los escenarios económicos más estresados”, provisiones genéricas de 1.578 millones de euros y el cargo anticipado del coste de la reestructuración por la fusión (en las cuentas 2010), de 1.424 millones de euros.
Además, explicó que “con un core capital del 7,1%, Bankia cumple en la actualidad con los requisitos de solvencia internacionales marcados por Basilea II”, con niveles “iguales o superiores, en muchos casos, a gran parte de entidades financieras europeas”.