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El juez de Clesa cuestiona la “acelerada” venta de Cacaolat en Barcelona

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, que tramita el concurso de acreedores de Clesa (titular del 95% de las acciones de Cacaolat), ha elevado al Tribunal Supremo una cuestión de competencia en relación con su solicitud de asumir el concurso de la empresa de batidos, que se sigue en Barcelona, según un auto con fecha 17 de noviembre, al que tuvo acceso Europa Press.

Esta decisión se produce después de que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona rechazara la petición de inhibición planteada por el juez madrileño y autorizara la venta de la unidad productiva Cacaolat a la alianza formada por Damm, Cobega y Victory Turnaround.

El magistrado Francisco Javier Vaquer se pregunta en el auto qué intereses económicos han determinado la “acelerada” iniciación y liquidación anticipada de la globalidad de los bienes y derechos de Cacaolat y si la venta es beneficiosa o perjudical para los intereses del grupo (Clesa y Cacaolat), trabajadores y acreedores.

Según indica, la administración concursal de Cacaolat, junto con los cuatro grupos que pujaron por la unidad productiva, modificaron los plazos de venta acordados judicialmente “sin que conste resolución judicial que lo autorice”, con el fin de “acelerar” el proceso de venta.

Además, señala que Cacaolat se ha visto abocada a “un convenio de mero pago, sorprendentemente por la integridad de los créditos, cuando las distintas empresas del grupo de decisión de Nueva Rumasa, entre las que era constante el flujo de liquidez entre ellas adeudan más de 1.000 millones de euros”.

Tras dicha liquidación de bienes y derechos de Cacaolat “anticipada, global, absoluta y no solicitada ni consentida por la concursada”, en referencia a Clesa, “la misma se ve privada completamente de los medios humanos, económicos, materiales e inmateriales para la continuidad de la actividad empresarial”.

Se trata de la segunda vez que este Juzgado madrileño plantea una cuestión de competencia por el concurso de Cacaolat al Supremo, que ya se pronunció en favor de la venta de la unidad productiva en Barcelona.

Vaquer instó en julio al Juzgado de Barcelona a que se abstuviera de poner fin al proceso de venta de la firma de batidos, ya que si finalmente asume la competencia la operación podría ser declarada nula y se podría perjudicar a empresas y trabajadores.

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