Crónica no autorizada del viaje a Islandia (y II)
La consejera de Turismo Rita Martín ofrece este miércoles una rueda de prensa en Gran Canaria para presentar la segunda fase de la campaña Compartimos nuestra fortuna-Say no to winter blues. Rita Martín estará acompañada por el director de la agencia multinacional DDB, Angel Prieto, y la directora de Promotur Yolanda Perdomo. La consejera de Turismo tiene órdenes de hablar poquito, y los otros dos se aplicarán el lema que repetía en los últimos años de su vida Sabino Fernández Campo: “Lo que puedo decir carece de interés y lo que tiene interés no lo puedo decir”. Por eso, porque la información es un derecho, me veo obligado a hacer esta segunda crónica no autorizada de un viaje al que no acudí, vale, pero del que sé tanto o más que Rita Martín, que tampoco acudió. Por lo menos puedo decir que los que me contaron el viaje no han tenido tantos beneficios económicos como los que se lo contaron a la consejera de Turismo.
En su comparecencia ante los periodistas a las 12 y en el almuerzo que dará después a los patronatos de Turismo de los cabildos (¿está incluido el almuerzo en el Hotel Santa Catalina en los 7 millones de euros o es un gasto extra?) Rita Martín repetirá las ideas que le han dicho los de la empresa publicitaria. El director de la agencia DDB hará gala del verbo fluido que lo hizo demasiado famoso entre los periodistas que estuvieron en Islandia. Nos dirá Prieto que su objetivo es influir en la opinión pública, para que cambie de opinión. Cosa difícil cuando se trata de Rita Martín y de nuestro gobierno. La directora de Promotur Yolanda Perdomo no nos hablará de la barra libre en el Museo de Reykjavik, de los 100.000 euros para fletar un avión (también con barra libre) para ir a un país que sólo tiene un vuelo a la semana con las capitales canarias, Perdomo tampoco nos explicará por qué se pagaron habitaciones dobles a 100 euros la noche a periodistas que podían haber compartido las habitaciones como ocurre en muchas ocasiones, o qué pintaba el director de Antena de la Televisión Pública canaria en esa excursión a Islandia. Perdomo nos dirá que todavía no tienen datos de esa gran repercusión que dicen que tuvo este viaje en toda Europa, pero nos dirá que la visita a Islandia ha provocado 45 millones de impactos en Internet, pero ¿esos impactos son a favor de Islandia o de Canarias? La pregunta no es tonta.
Le invito a usted a que vaya a los periódicos digitales canarios que cubrieron el viaje, busque en sus hemerotecas las crónicas de esos días, y fíjese en el contenido de los anuncios publicitarios que Google selecciona de forma automática a partir del contenido de las noticias: “Vacaciones en Islandia”, “Verano en Islandia”, “Viaje a Islandia”. Otra prueba. Dígale a un profesor de la Facultad de Económicas o de Turismo que dé a sus alumnos las informaciones que grabaron los 30 periodistas, de lo que contaron a sus telespectadores, del país donde más repercusión tuvo la excursión, de los paisajes protagonistas de las crónicas. Después que el profesor pregunte a los alumnos: ¿qué gobierno pagó el viaje a los periodistas? Si la respuesta unánime es “el gobierno de Islandia”, el profesor debe aprobar a sus alumnos, si alguno responde “el gobierno canario”, envíe al alumno al próximo casting que convoquen Paulino Rivero o Soria para elegir consejero de Turismo.
Abuso del trabajo de los canarios
Frente a la feliz estancia de directivos de las empresas organizadoras y mandos de la consejería de Turismo, los cien jóvenes que hacían de embajadores se lo curraron. Trabajaron de martes a viernes de forma intensiva. Sólo libraron el sábado y se pagaron sus excursiones. La empresa calculó un presupuesto de 20 euros de dietas, pero muchos no gastaron ni la mitad, porque comían en restaurantes chinos o hamburgueserías (en Mc Donalds no porque se marchó de Islandia por la crisis profunda en ese país). Desde que despegó el avión fletado (costó 100.000 euros) se distinguieron las clases sociales: champán, vino, cervezas gratis para mandos de las empresas, de la consejería y para los embajadores agüita. También hubo clases sociales en los hoteles: habitaciones dobles sin compartir para los periodistas y mandos de la consejería, no se planteo que compartieran habitaciones a cámaras con redactores como se suele hacer. No, sobraba el dinero porque paga Rita, osea, Soria, o sea, usted y yo. (“Hay que ajustar el gasto, don José”).
En la fiesta en el Museo se puso a los embajadores a vigilar la entrada de la zona Vip. Unos jóvenes que iban como promotores, haciendo de porteros de discoteca. En esa zona los periodistas y directivos de la empresa tenían barra libre. Cubatas y queso majorero no faltaron. Se alquilaron dos pisos del museo y se esperaban 800 personas, pero al final las crónicas más optimistas hablan de 300 personas, incluidos los embajadores. ¿Cuántos periodistas islandeses se acercaron? En la zona VIP sólo vieron a dos periodistas y la bloguera británica. Música de DJ y la gente joven cantando “Me gusta la bandera, me gusta la bandera, ay , mamá bandera tricolor”. Sí, PP Manolo, como lo oyes, esa bandera que tú dijiste que era de la de los terroristas, recibió un homenaje en forma de canción por los embajadores que mandó Rita a Islandia. ¡Qué cosas, oye!
¿Cuánto cuesta la excursión? No lo sé.
Recordábamos ayer la frase que José Manuel Soria dijo al editor de El Día cuando lo visitó en su despacho del periódico: “Don José, hay que ajustar el gasto, que las reservas se acaban”. Pero Soria no dio esa orden a la consejera de Turismo, tienen tantas perras que cuando el martes pasado en el almuerzo en Reykjavik un periodista canario le preguntó a Yolanda Perdomo cuánto costaba la excursión a Islandia, la directora de Promotur respondió: “no lo sé, porque el dinero no está desglosado, esto es una campaña en 14 países con un presupuesto global de 7 millones de euros”. Esto es una maravilla: una empresa te pasa una factura de más de 1164 millones de pesetas y tú no preguntas cuánto costó cada cosa. Eso se llama tener dinero de sobra o disparar con pólvora ajena.
Uno de los periodistas calculó que sólo el viaje a Islandia (100.000 euros el avión fletado, más hoteles, estancias y excursiones) costó 300.000. Si el invierno pasado vinieron 24.000 islandeses, en este viaje se han gastado 12,5 euros por turista. Si aplicamos ese presupuesto a los 1.829.341 británicos que vinieron el año pasado y a los 2.536. 146 turistas alemanes, hacer la misma campaña sólo en los dos principales mercados para Canarias nos costaría más de 53 millones de euros. La consejería pretende hacer esta campaña en 14 países, pero está claro que lo que invertirá en Alemania, Reino Unido o Suecia será absolutamente ridículo frente al derroche en Islandia. Por eso, porque estamos viviendo uno de los mayores pelotazos en la promoción turística, la consejera Rita Martín está de los nervios ante las apariciones públicas que hace estos días y ante las explicaciones que deberá hacer en el Parlamento.
Sería injusto decir que Soria no aplica el cuento de “ajustar el gasto” a nadie del Gobierno canario .Hay que reconocer que la misma semana de la promoción de Islandia en Canarias el Gobierno canario aprobó el presupuesto presentado por PP Manolo. Mercedes Roldós y Milagros Luis sí recibieron órdenes del consejero de Hacienda de “ajustar el gasto” en Sanidad y en Educación. Y ellas obedecieron y recortaron más de 105 millones de euros de dos consejerías que tienen que ver con la atención a los más necesitados: la educación y la sanidad. A eso hay que añadir el recorte de 33 millones de euros para pagar la indemnización al empresario de la montaña Rayada. Esa información todavía no nos la ha dado el gobierno, nos hemos tenido que enterar por una filtración del PSOE.
Esta campaña de la consejería de Turismo por un importe de 7 millones de euros que se liquidarán en sólo 30 días se aprobó el mismo mes que Soria planificaba el recorte de más de 6 millones de euros en Sanidad, más de 4 millones y medio en Educación, más de 4 millones y medio en la consejería de Bienestar Social, todo ese dinero hasta llegar a 33 millones de euros para pagar una indemnización por otra negligencia gubernamental. Pero el consejero de lo que queda de Hacienda le dio a su compañera de partido Rita Martín barra libre: champán para Yolanda Perdomo, avión fletado a Islandia, a pasear a los medios seleccionados, que Islandia necesita salir de la crisis, y a nuestra consejera le sobra el dinero para echar una mano a los nórdicos. ¡Un cubatita para pasar la noche en Reykjavik!, por favor, que pagan Soria y Rita, o sea, pagamos usted y yo.