La economía africana crecerá un 5% en dos años
África se encuentra inmersa en una década de dinamismo económico con unas previsiones de crecimiento de alrededor del 5% para 2013 y 2014, una demanda interna que, poco a poco, se despierta y con el reto de que todos los ciudadanos africanos puedan beneficiarse de ello.
Así lo considera el consejero en España del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), Manuel Delacampagne, uno de los organismos internacionales participantes en Africagua 2013, el encuentro sobre agua y energías renovables que se desarrollará en Fuerteventura los próximos 7 y 8 de noviembre.
En una entrevista a Efe, Delacampagne atribuye a factores como la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), la mayor estabilidad macroeconómica y unos precios de las materias primas elevados como los principales motores de ese crecimiento.
Sin embargo, apunta que ese dinamismo económico no afecta por igual a todas las zonas del continente, “África es muy heterogénea con economías muy dispares y es complicado hacer generalizaciones”, matiza.
Países como Angola, Chad, Etiopía, Mozambique, Libia, Sierra Leona, Liberia o Ghana han crecido entre el 7 y el 11% en el periodo 2004-2012 “y su tendencia, salvo alguna excepción, es que siga creciendo” explica el experto al tiempo que lamenta que otras zonas “sufren crisis políticas y violencias que terminan penalizando su economía y población”.
Episodios de violencia e inseguridad como los desatados tras las revueltas árabes han producido, a su juicio, “una ralentización cuando no una recesión en las economías de los países afectados”, aunque aclara que cada país ha vivido su propia Primavera Árabe “y las consecuencias económicas han sido muy distintas”.
A la hora de enumerar los países con mejores posibilidades económicas para invertir, Delacampagne mira hacia África del Norte y cita a Marruecos y Argelia junto a Túnez, Egipto y Libia, aunque sobre estos últimos planea cierta incertidumbre a raíz de las revueltas árabes.
Junto a ellos, el África Austral (Botsuana, Namibia y Sudáfrica) también ofrece un clima de negocios atractivos además de Ruanda y Cabo Verde, considerados casos de éxito en el desarrollo de los países africanos, aunque el tamaño de sus mercados sea reducido.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que Burkina Faso, Costa de Marfil, Gabón, Mauritania o Yibuti crezcan a tasas superiores al 6% anual en los próximos años.
Estos datos invitan al optimismo en un continente que, a pesar de haber vivido las consecuencias de la crisis económica europea con la disminución de flujos financieros recibidos parece, según el consejero del BAfD, haberse recuperado “rápidamente y se muestra, en la actualidad, resistente a los efectos de la crisis en la zona euro”.
Sin embargo, desde el BAfD sí se han percatado de que los flujos de ayuda oficial están en fase de estabilización o disminución debido a las restricciones fiscales de los países donantes, aunque los flujos de IED, de inversión en cartera y de remesas siguen siendo muy elevados y continúan con la tendencia iniciada a principios del siglo XXI.
Delacampagne cree que el empresariado español y, en concreto, el canario no deben pasar por alto las oportunidades de África y opina que estos últimos deben “agruparse para competir con más fuerza, teniendo en cuenta la envergadura de los proyectos y la complejidad de los mercados”.
Estos proyectos serían un aliciente económico más para África, donde el BAfD trabaja con proyectos encaminados al desarrollo económico y la reducción de la pobreza.
Para cumplir este mandato del BAfD, su consejero explica cómo se dotó en 2013 de la Estrategia 10 años que se marca como principales objetivos el crecimiento inclusivo y la transición hacia las economías verdes.
Para alcanzarlos, tienen como ámbitos de actuación el desarrollo del sector privado y de infraestructuras, la gobernanza y responsabilidad, capacidades y tecnología e integración regional. Además de prestar especial atención a los estados frágiles, el género, la agricultura y la seguridad alimentaria.
En Africagua 2013, el BAfD dará a conocer sus proyectos en aguas y energías renovables. Delacampagne señala cómo “las infraestructuras de agua son uno de los ámbitos de actuación prioritarios del BAfD” y recuerda que en 2012 se aprobaron 13 proyectos por valor de 319 millones de euros a las que habría que sumar las consultorías financiadas por la African Water Facility y la Rural Water Supply and Sanitation Initiative.
Sin embargo, aclara que las energías renovables “no tienen, por el momento, la misma presencia y su política energética está centrada en el transporte de energía y en la generación”.
“Con respecto a la generación, se está dando prioridad a la seguridad en el suministro, aunque a medio plazo el objetivo es ir dando un mayor peso a las energías renovables para ir hacia modelos sostenibles”, añade.
El Banco Africano de Desarrollo utiliza como principales instrumentos para actuar en África los créditos concesionales o de mercado y las donaciones a los estados para financiar proyectos o apoyos presupuestarios.