La inflación no decrece a la misma velocidad con la que creció
La inflación total cae, principalmente, por la desaceleración de los precios de los carburantes trasladados a los transportes, pero no lo hace a la misma velocidad que con la que se creció, afirmó este viernes CCOO en relación a los datos del IPC de noviembre.
Además, el sindicato consideró que el resto de bienes y servicios siguen teniendo inflaciones acumuladas altas, lo que proporciona un empobrecimiento adicional en el poder adquisitivo de las familias.
Para CCOO, una de las enseñanzas de la desaceleración y posterior recesión económica es que “ha quedado demostrado que los salarios no han propagado la espiral inflacionista, dado que los costes laborales representan cada vez menos sobre los costes totales de la empresa”.
Por el contrario, agrega el sindicato en un comunicado, ha sido el mantenimiento de los márgenes de beneficios por parte de la clase empresarial el que sí la ha provocado, puesto que cualquier alteración en sus costes es trasladada a los precios finales sin ejercer ningún tipo de responsabilidad social para que sea un tercero quien lo sufrague.
De ahí que CCOO Canarias considere “una desfachatez las propuestas de la patronal en lo que a las condiciones contractuales y costes de despido se refiere, puesto que se pretende que la coyuntura actual la sigan pagando los mismos”.
A juicio de la organización sindical, hay que atacar el grave deterioro que la cohesión económica y social va a experimentar a principios de 2009 debido a la finalización de las prestaciones públicas por la situación de paro creciente junto a la destrucción de empleo consolidado causado por la caída de la actividad económica.
Será necesario, argumenta, un esfuerzo adicional, tanto por parte de los operadores públicos como privados con el objeto de aliviar los efectos perniciosos de la recesión económica. Dicho esfuerzo debe comenzar con dotar de renta disponible a las personas con el fin de poder reactivar el círculo consumo-inversión-empleo.
Se hace indispensable la necesidad de políticas estabilizadoras de precios desde las figuras impositivas indirectas, no directas, es decir las que afectan al gasto y no a la renta, con el fin de salvaguardar la economía así como fomentar el consumo privado junto a la inversión productiva, agrega la nota.