Zapatero insta a las “empresas sobreendeudadas” a no criticar los impuestos
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, arremetió este sábado contra las empresas que están criticando la anunciada subida de impuestos porque el sector privado está “sobreendeudado” y, además, avisó de que parte del tejido empresarial que se ha destruido con la crisis era “de cartón piedra”, informaron fuentes socialistas.
En su última intervención ante el Comité Federal, en la que respondió a puerta cerrada a todos los dirigentes que intervinieron en el acto, Zapatero recordó que la crisis actual es consecuencia de la desregulación del sistema financiero y de la “alegría” en el endeudamiento privado, de manera que antes de la crisis la deuda de las empresas era del 120% del PIB y la de las familias del 80%, frente al 30% de la deuda pública.
“Lo que está haciendo el Estado es asumir una parte pequeña de ese endeudamiento que a toda velocidad se ha estado produciendo en el sector privado. Ahora salimos al rescate de ese sector privado sobreendeudado y empresas que tienen deudas de millones de euros nos dicen que tenemos que bajar los impuestos y nos critican que los subamos”, manifestó el secretario general.
La crisis, insistió, la ha provocado la economía de mercado sin control y, en España en concreto, el hecho de que “el suelo ha sido petróleo” y no ha sido posible poner “límite a un ayuntamiento cuando se plantea una recalificación”. “Si lo pones, injerencia intolerable”, subrayó Zapatero.
Para Zapatero, “el discurso capitalista es el de la hipocresía, el de que el Gobierno no debe intervenir en nada pero todo depende del Gobierno” y ahora está claro que el rumbo seguido por el Ejecutivo es un rumbo “ganador” porque, de no haber sido por el apoyo público, “esto nadie sabe como hubiera acabado”.
Además, opinó que hay que abordar algo “de lo que nadie habla”, que es la reforma empresarial. En primer lugar, señaló que “parte del tejido empresarial que se ha destruido (con la crisis) era un tejido empresarial de cartón piedra”, especialmente en el sector inmobiliario. Pero fue más allá y opinó que en España hay un “problema de tamaño empresarial”. “Tenemos pocas medianas y grandes empresas, un tejido tan atomizado como el que tenemos no va a ser un tejido competitivo”, argumentó y opinó además que faltan proyectos empresariales innovadores.
NO BIEN IDENTIFICADOS LOS NICHOS DE EMPLEO
En cuanto al empleo, admitió que hay que hacer un análisis muy a fondo del mercado laboral porque “todavía no están bien identificadas que actividades van a ser las que generen más empleo” y a eso se suma que el mercado laboral español “tiene singularidades”. Otro factor de extrañeza es que sólo 28.000 personas hayan pedido la ayuda de 420 euros cuando son muchos más los que han perdido su prestación por desempleo sólo desde el 1 de agosto.
Y en el mismo sentido, dijo que nunca entendió cuando, con un 8% de desempleo, parecía que nadie encontraba trabajadores. En concreto, se refirió al presidente de la constructora ACS, Florentino Pérez, cuando le decía que no encontraba trabajadores y que tenía que recurrir a “los que vienen en los cayucos que deben trabajar bien en la construcción”. “Había trabajo y no había trabajadores”, rememoró Zapatero.
Zapatero dio pocas pistas sobre la subida de impuestos e insistió en que pagarán más quienes más tienen porque los datos, que consideró escandalosos, apuntan que los trabajadores tributan más que muchos empresarios. Además, aseguró tener “claro” cómo hacer para recaudar de verdad dinero de las rentas altas e insistió en que no modificará el IRPF porque hacerlo sería penalizar el trabajo.
Insistió en que el objetivo de la reforma es “amortiguar el déficit, vigilando la evolución de la deuda y pensando en el futuro” y se mostró convencido de que mucha gente estará dispuesta a pagar más impuestos si el país tiene una política seria de servicios públicos.
El jefe del Ejecutivo admitió que la crisis le genera además otras preocupaciones, empezando por que haya una “crisis de confianza” que 'cale' en la ciudadanía y la haga dudar de sí misma. Lamentó además especialmente las críticas al sistema educativo --y recordó que por eso ha pedido un pacto al PP-- porque el sistema español es uno de los más equitativos de la OCDE.