Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

Captain Eo

Sin embargo, George Lucas decidió que ya había tenido suficientes aventuras en el espacio exterior y, salvo en el caso del cortometraje Captain Eo (Francis Ford Coppola, 1986) su relación con la ya mencionada Space opera ha estado limitada a las películas que tienen que ver con la saga creada por él mismo.

Captain Eo responde más a una solución contractual dada a la compañía Walt Disney, quien décadas después compraría Lucasfilm -y una forma de trabajar con el director Francis Ford Coppola- que el regreso del creador californiano al género que le dio fama y una enorme fortuna personal. No hay que perder de vista un hecho: en 1984 el que luego fuera CEO de la compañía Disney, Michael Eisner, firmó un acuerdo con George Lucas para que éste organizara una suerte de atracción dentro de los parques temáticos de la empresa. Fruto de aquel acuerdo se creó el Star Tour y supuso el comienzo de una relación profesional que desembocaría en la ya mencionada adquisición de la compañía de Lucas por parte de Walt Disney.

Eisner, quien ya había trabajado con Lucas durante la producción de Raiders of the Lost Arc, no solamente habló con Lucas, sino que estaba empeñado en lograr que una estrella como Michael Jackson trabajara en un proyecto que lo involucrara con la compañía. Ya por aquel entonces era conocida la querencia del cantante para con todo lo relacionado con el mundo creado por Walt Disney. Ante tal predisposición, Eisner habló con Jeffrey Katzenberg, nombrado responsable del estudio de producción cinematográfica, quien, tiempo antes, había recibido una llamada de su amigo –y productor musical- David Geffen, que le había comentado el interés de Michael Jackon por trabajar en un proyecto para Disney.

Todas aquellas conversaciones desembocaron en un acuerdo para producir una película en 3D –luego adornada con efectos de luz, sonido y movimiento, los cuales rebautizaron el concepto como 4D- proyecto en el que Lucas terminó por trabajando de productor ejecutivo y guionista, además de ser el responsable de involucrar a su amigo y mentor Francis Ford Coppola en las labores de dirección.

Captain Eo es mucho más que un videoclip “de lujo”, calificativo con el que fue adornado por buena parte de la crítica, más si se tiene en cuenta que de los 17 minutos que dura, Jackson sólo aparece cantando en tres de ellos. El resto del metraje responde a las señas de una “Space Opera”, muy a la imagen de los seriales cinematográficos de los años treinta y cuarenta del pasado siglo XX, aunque con más criaturas dentro de la nave espacial, además de la alargada sombra de H. R Giger y su “alienígena” creación. En algunos momentos, casi diríamos que Jackson está acompañado por buena parte de los Muppets de Jim Henson o por algunos de los personajes creados por Marvel Comics durante la década de los ochenta, justo después de la adaptación gráfica del Episodio IV, personajes que nunca gustaron demasiado a George Lucas.

En 1987, un año después del estreno del cortometraje (Captain EO se inauguró en Epcot el 12 de septiembre de 1986) la ya extinta editorial Eclipse publicó un número especial, en 3D, que reproducía, casi de forma mimética, las imágenes rodadas por Coppola. Comercializado en dos formatos, estándar y en formato tabloide, los lápices fueron responsabilidad del dibujante Tom Yeates, mientras que la portada corrió a cargo de Tim Delaney, también responsable del cartel original de la cinta.

Reestrenada en los parques Disney en el año 2010, tras años de ausencia, Captain Eo se adelantó a su tiempo en cuanto al uso de la tecnología y a la influencia que el 3D acabarían teniendo en la industria cinematográfica actual. Su historia, simple y pensada para entretener a los visitantes que están disfrutando de un día de fiesta en un parque temático, no se deja en el tintero ninguno de los tópicos al uso, tal cual hiciera George Lucas cuando estaba escribiendo su saga galáctica y, por ello, se entiende que, a pesar de sus reticencias a trabajar en más proyectos espaciales, aceptara verse involucrado en el proyecto.

Queda para la posteridad uno de los escasos trabajos de Michael Jackson en un proyecto que pretendía ser poco más que un vehículo para su lucimiento personal y uno de esos cómics de los que muchos han oído hablar, pero poco conocen, ya sea por los disparatados precios a los que hoy se vende, o porque ya nadie tiene en casa unas de las antiguas gafas de cartón para ver películas en 3D.

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016

© 2016 Three D D D Productions, Eastman Kodak Company, Lucasfilm, MKD Productions & Walt Disney Imagineering (WDI)

Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

Etiquetas
stats