La crisis ecosocial en el Antropoceno: el impacto ambiental de la economía digital
Los investigadores Carlos Gómez Gil y José Ramón González Parada han publicado un ensayo titulado El debate sobre el Antropoceno en la crisis ecosocial, en el que abordan la crisis ecosocial en el Antropoceno y los cambios vinculados a la nueva economía digital. En él, se hacen eco del Informe Mundial 2020 sobre Desastres de Cruz Roja, que señala que en los últimos diez años, al menos 1.700 millones de personas han sido “afectadas gravemente” por catástrofes climáticas como inundaciones, tormentas extremas, olas de calor y incendios forestales, y al menos 400.000 personas han fallecido.
Además, se destaca en el ensayo que, al igual que el carbón impulsó la revolución industrial en Europa durante el siglo XIX, la digitalización y las tecnologías de la información están impulsando la economía y la sociedad global en el siglo XXI, con características novedosas que se deben al poder absoluto de un reducido grupo de megacorporaciones. Esto ha llevado a la aparición de nuevas oligarquías digitales que monopolizan la economía y ejercen una concentración progresiva de recursos a su servicio.
El sociólogo Carlos Gómez Gil explica que esta nueva economía digital se basa en el tecnoextractivismo, que consiste en la obtención de grandes cantidades de información personal y sobre nuestras vidas con el fin de obtener capital y beneficios sin precedentes. Esto ha llevado a una transición de una acumulación de capital físico a capital algorítmico, generador de enormes plusvalías. Por ejemplo, en 2020, año de crisis mundial y pandemia global, los beneficios de cuatro gigantes tecnológicos (Facebook, Apple, Microsoft y Alphabet-Google) ascendieron a 171.208 millones de dólares, lo que supone más del PIB de 139 países.
Pero esta economía digital también tiene impactos ambientales negativos debido al constante abastecimiento de materias primas, minerales y tierras raras que requiere. La producción y uso de dispositivos electrónicos, por ejemplo, requiere la minería de metales como el oro, la plata y el cobre, y la obtención de tierras raras como el neodimio y el cobalto, procesos que generan grandes cantidades de residuos y tienen un impacto ambiental significativo.
0