Al Assad dice que sus enemigos son “el terrorismo y la inestabilidad”

Afirma que si los países que respaldan a los rebeldes dejan de enviar armas y combatientes, se pondrá fin al conflicto en unas semanas

MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

El presidente sirio, Bashar al Assad, ha afirmado este jueves que sus enemigos son “el terrorismo y la inestabilidad” en el país y ha subrayado que la solución del conflicto político en el país no depende de que él permanezca en el poder o abandone la Presidencia, sino de que el país “sea seguro”.

“Que el presidente se quede o se marche es una cuestión popular. Depende de la opinión de cierta gente y la única forma de hacerlo es a través de las urnas. No depende de lo que escuchamos sino de lo que resulta de esas urnas. Esa caja es la que determina si un presidente se va o se queda”, ha dicho el mandatario sirio, en una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa RT.

Asimismo, ha achacado el conflicto al hecho de que “Occidente siempre crea enemigos”, al tiempo que ha resaltado que él “no era el blanco ni el problema”. “En el pasado fue el comunismo, luego el Islam, y después Sadam Hussein, por otras razones. Ahora quieren representar en Bashar a un nuevo enemigo, por eso dice que el problema es el presidente y que por eso debe irse”, ha argumentado.

“El problema no es entre el pueblo y yo. Yo no tengo problemas con el pueblo, pero Estados Unidos, Occidente, Turquía y varios países árabes están en mi contra. Si el pueblo estuviera en mi contra, ¿cómo puedo seguir ahí?”, se ha preguntado. “Si todo el mundo o digamos una buena parte del mundo, incluyendo tu pueblo, está en tu contra, ¿eres Superman? Solo eres un ser humano. No es lógico”, ha argüido Al Assad.

Por ello, ha abogado por “mirar la situación a través de la Constitución”. “Yo gozo de mis poderes en base a la Constitución y, según la misma, debo ser capaz de resolver este problema”, ha agregado. Así, ha resaltado que su deber es ser el hombre capaz de poner fin al conflicto, al tiempo que se ha mostrado esperanzado de lograrlo. “Pero la cuestión no tiene que ver con los poderes del presidente sino que concierne a la sociedad entera. El presidente no puede hacer nada sin las instituciones y sin el apoyo popular. Cada sirio participa actualmente en la defensa del país”, ha puntualizado.

LUCHA CONTRA LOS TERRORISTAS

Preguntado por las dificultades que está afrontando el Ejército sirio para acabar con la revuelta armada a pesar de ser uno de los más poderosos de la región, el presidente sirio ha dicho que, en este caso, “el país se enfrenta a un nuevo tipo de guerra, en la que se ejerce el terrorismo por delegación, tanto a manos de sirios como de combatientes venidos desde el exterior”.

“Debemos adaptarnos a este nuevo estilo, lo que requiere tiempo y no es fácil. El apoyo multiforme que reciben o se da a esos terroristas en armamento, financiación y respaldo político no tiene precedentes. No es realista esperar que un país pequeño como Siria logre derrotar en cuestión de días o semanas a todos aquellos países que nos combaten a través de sus agentes”, ha explicado.

Al Assad ha desmentido además que el Ejército haya cometido crímenes de guerra, al tiempo que ha recordado que organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado ejecuciones por parte de los rebeldes. “No es lógico que un Ejército cometa crímenes de guerra contra su pueblo porque es parte del pueblo. No hubiese podido resistir 20 meses sin gozar de la acogida del pueblo sirio”, ha valorado.

El presidente ha recalcado además “no recordar” haber cometido errores durante el conflicto, aunque ha destacado que “uno debe encontrar errores en cada decisión”. Así, ha dicho que “habría hecho lo mismo” si se repitieran las circunstancias, al tiempo que ha reconocido que “sin duda ha habido errores”.

Asimismo, ha apuntado que uno de los problemas a los que se están enfrentando las Fuerzas Armadas en su lucha contra los rebeldes es que “esos terroristas combaten desde el interior de las ciudades, donde hay civiles, por lo que hay que procurar que el daño sea ínfimo en la infraestructura y la población”.

El mandatario sirio ha destacado además que “no se puede saber” cuánto tiempo necesitaría el Ejército para acabar con los rebeldes, “ya que no se tiene una respuesta sobre cuándo cesarán ellos --en referencia a los países que los respaldan-- de enviar armas y combatientes extranjeros de diferentes partes del mundo”. Sin embargo, ha recalcado que “si ellos paran, se podrá finalizar todo en cuestión de semanas”.

En este sentido, ha dicho que uno de los problemas es la dificultad para controlar las fronteras e impedir la entrada de suministros para los rebeldes. “Ningún país del mundo puede controlar sus fronteras totalmente. Se puede controlar mejor mediante las buenas relaciones de vecindad, pero no las tenemos con Turquía, un país que apoya más que cualquier otro el tráfico de armas y terroristas”.

CONFLICTO CON TURQUÍA

Abundando sobre las relaciones que mantienen en la actualidad Damasco y Ankara, Al Assad ha asegurado que es poco probable que se vaya a desatar un conflicto armado entre ambos países. “La guerra requiere el respaldo popular y la mayoría del pueblo turco no quiere semejante guerra. Ningún responsable racional piensa contrariar la voluntad de su pueblo, y esto es perfectamente aplicable al pueblo sirio”, ha relatado.

Además, ha dicho que la última conversación que mantuvo con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, data de mayo de 2011, cuando le telefoneó para felicitarle por su victoria en las presidenciales turcas. Al Assad se ha mostrado muy crítico con el jefe de Estado turco, al que ha descrito como “una persona que se cree el nuevo sultán otomano, un nuevo califa”.

Así, ha señalado que los problemas políticos existentes “no se deben a Turquía ni al pueblo turco, sino al Gobierno de Erdogan”. “Erdogan cree que si Hermanos Musulmanes --una de las principales fuerzas opositoras en Siria-- se hace con el poder en la región, podrá garantizar su futuro político. Además, cree que puede extender su dominio bajo un nuevo paraguas con toda la región, como ocurrió durante el Imperio Otomano”, ha agregado.

El mandatario ha hecho referencia también al impacto de proyectiles disparados desde Siria en territorio turco y ha dicho que, “para saber quién es el responsable, hay que crear una omisión mixta entre los Ejércitos, lo que ha sido rechazado por Ankara”. “El Ejército sirio no tiene orden de bombardear Turquía porque no hay interés en ello”, ha añadido.

RELACIONES CON EL MUNDO ÁRABE E IRÁN

Al Assad ha puntualizado además que “la mayoría de los gobiernos árabes apoyan a Siria, pero no se atreven a decirlo en público al estar sometidos a presiones por parte de Occidente y los petrodólares” y ha destacado las “posturas amistosas” de Irak, Argelia y Omán. “También hay otros países, que no voy a enumerar ahora, que tienen posturas positivas sin tomar acciones”, ha puntualizado.

“El problema entre Siria y varios países del mundo árabe es que decimos 'no' cuando creemos que debemos decirlo. Algunos países creen que pueden controlar Siria a través de los dictámenes o el dinero y eso no es posible. Quizá quieren desempeñar un papel y no tenemos en problema en ello, pero no a expensas de nuestros intereses”, ha advertido.

Por último, ha destacado las buenas relaciones entre Damasco y Teherán y ha afirmado que “Irán nunca fue un factor contrario a la paz” en el país. “Se trata de informaciones subversivas de Occidente, que consisten en que si queremos la paz no deberíamos tener buenas relaciones con Irán”, ha dicho.

“Son temas totalmente diferentes. Irán ha dado apoya a Siria y ha respaldado nuestra causa, la causa de los territorios ocupados y debemos apoyarle en sus causas. Irán es un país sumamente importante en la zona, y si buscamos estabilidad debemos tener buenas relaciones con Teherán”, ha apostillado.

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