España ofrece su ''plena disposición'' a mediar entre el Polisario y Marruecos
León hizo este ofrecimiento durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, donde expuso la posición del Gobierno español tras la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 30 de abril, en la que se invita a las partes a negociar sin condiciones.
Según León, “España estará entre los países que cooperarán con las partes, con el secretario general de la ONU (Ban Ki-moon) y con la comunidad internacional en la búsqueda de una solución”.
“Estará el primero, como lo ha estado en los últimos tres años, a veces en solitario”, añadió.
No precisó cuál podría ser el papel de España en las negociaciones, aunque reveló que el Gobierno ya ha mantenido contactos con Marruecos y el Frente Polisario tras la resolución del 30 de abril para ayudar al proceso.
El secretario de Estado insistió en que el objetivo es colaborar a “desencadenar un clima positivo”, aunque matizó que “a España no le corresponde por sí sola decir” cuál ha de ser la solución.
Admitió el interés del Ejecutivo en “utilizar su buena relación con Marruecos” para favorecer el diálogo, pero negó cualquier “subordinación” al país marroquí.
León señaló que la “imparcialidad” del Gobierno le obliga a ser equilibrado respecto a las propuestas que en su día hicieron Marruecos y el Polisario.
No obstante, valoró el espíritu del plan de autonomía marroquí al considerar que, aunque rechaza la independencia saharaui, es “abierto” y expresa una “disposición a avanzar”.
La misma postura “influyente e indispensable”
En respuesta a los reproches que le hizo el portavoz de IU-ICV, Gaspar Llamazares, insistió en que el Gobierno no ha cambiado de posición respecto a anteriores etapas, ni tampoco ha perdido capacidad de influencia entre las partes.
Subrayó que la postura española sigue siendo “influyente e indispensable” y partidaria de que el conflicto se resuelva dentro del marco de la ONU y respetando la legalidad internacional.
Reconoció que la posición que ha venido defendiendo el Gobierno en los últimos meses quizá “no se haya entendido” adecuadamente, aunque negó que haya sido incoherente o contradictoria, como le censuró el portavoz del PP, Francisco Ricomá.
Ricomá acusó al Ejecutivo de emplear la “táctica del despiste” para “disimular su cambio radical” en torno al conflicto del Sahara.
También le responsabilizó por haber “frustrado” las expectativas del pueblo saharaui utilizando este asunto como “comodín en su agenda política con Marruecos” y en su relación con Francia.
“La actitud del Gobierno de ambigüedad, confusión y despiste no hacen ningún favor”, dijo el diputado del PP, quien exigió al PSOE a recuperar la “actitud de Estado” en esta cuestión.
Llamazares también echó en cara el Ejecutivo haber antepuesto “la diplomacia de los intereses a la de los valores” y convino con el PP en exigir una rectificación en la política sobre el Sahara.
El diputado de CC-NC Luis Mardones opinó que en Canarias hay una percepción de que España se ha “inclinado hacia Marruecos” en los últimos meses, al tiempo que exigió al Gobierno que dé un trato prioritario a este asunto en la visita que Ban Ki-moon realizará a Madrid los días 5 y 6 de junio.
Durante su comparecencia, que se prolongó durante tres horas, Bernardino León hizo hincapié en que la solución al conflicto saharaui es indispensable para que se avance en la integración regional del Magreb y en su estabilización política.