El envío de 1.200 soldados de la Guardia Nacional no supone militarizar la frontera con México, según EEUU
MÉXICO D.F., 27 (Reuters/EP)
El envío de 1.200 soldados de la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera con México no supone una militarización de la zona y tan solo busca respaldar los esfuerzos de las fuerzas de seguridad civiles en la lucha contra los flujo ilegales de drogas y de inmigrantes, señaló este miércoles el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual.
En respuesta al incremento de la violencia vinculada al narcotráfico en el norte de México, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el martes el envío de efectivos de la Guardia Nacional y una ayuda adicional de 500 millones de dólares (unos 410 millones de euros) para aumentar la seguridad de los casi 3.200 kilómetros de frontera que comparten Estados Unidos y México.
Pascual, en una entrevista con corresponsales extranjeros, resaltó que el número de soldados era minúsculo en comparación con los 26.000 agentes de inmigración y de aduanas que ya vigilan y patrullan la zona. “Esto no es una militarización de la frontera. En realidad la proporción de efectivos militares es relativamente pequeña”, señaló el embajador estadounidense, quien reconoció que 300 miembros de la Guardia Nacional ya están desplegados en la frontera, pero añadió que el número de soldados no sobrepasará los 1.500.
“Creo que es importante que continuemos reforzando nuestra estrategia. Estamos poniendo a las agencias civiles de seguridad en el frente, porque son las que llevan el liderazgo”, indicó. En lugar de efectuar operativos para desmantelar los cárteles de droga que operan en la región, las tropas ayudarán a los efectivos de inteligencia en el proceso de recopilación de información o serán enviados a los puestos de vigilancia fronterizos, agregó.
Tanto expertos en fronteras como defensores de Derechos Humanos habían denunciado anteriormente la alta militarización de la frontera, protegida por una gran valla que está apoyada a su vez por sensores y patrullas de helicópteros y agentes fronterizos. Los republicanos han criticado a Obama por no haber enviado un mayor número de efectivos militares y solicitan el despliegue de 6.000 soldados, que son los que la Administración del ex presidente Bush mandó a la frontera en 2006.
“Aunque este despliegue inicial es un importante paso, el presidente no está enviando suficientes tropas”, señalaron el martes los senadores republicanos por Arizona John McCain y Jon Kyl, quienes han introducido una enmienda en la cámara para solicitar al Gobierno que envíe un mayor número de militares. Ambos mostraron su preocupación por el aumento de la violencia en las zonas fronterizas.
Más de 23.000 personas han muerto como consecuencia de la lucha que mantienen los cárteles de narcotraficantes entre sí y contra los agentes federales mexicanos desde 2006, año en el que el presidente de México, Felipe Calderón, accedió al cargo prometiendo una guerra para acabar con estas bandas criminales.