Itinerario de un expolio: el viaje de la arena saharaui que disfrutan los turistas de Mogán

La Playa de Mogán después de la regeneración con arena saharaui.

Natalia G. Vargas

Las Palmas de Gran Canaria —

La arena rubia que viste la Playa de Mogán cubre un nuevo caso de expolio de recursos saharauis. Desde el Cabo Bojador hasta el sur de Gran Canaria pasando por El Aaiún y el puerto de Arinaga. Un viaje que concluyó el 1 de diciembre, que trasciende la normativa internacional y que se ha sumado a las reiteradas reivindicaciones del pueblo del Sáhara Occidental sobre la complicidad de Canarias en la sustracción, liderada por Marruecos, de los recursos de un territorio reconocido por la ONU como no autónomo y colonizado. Las obras supusieron un coste de 40.581 euros y tuvieron lugar entre el 2 y el 5 de este mes, y se enmarcan en un controvertido convenio firmado entre el Ayuntamiento de Mogán y el Patronato de Turismo del Cabildo de Gran Canaria dirigido a mejorar el espacio turístico municipal.

El punto de extracción de la arena empleada en la regeneración de la playa fue el Cabo de Bojador, según han confirmado a este periódico fuentes del Observatorio de Recursos del Sáhara Occidental (WSRW por sus siglas en inglés). Esta zona no es escogida al azar, ya que los vastos bancos de la costa norte están compuestos por arena pesada que resiste mejor al viento. La comodidad del turista que visita Gran Canaria fue la prioridad, dejando a un lado la propiedad de los recursos y el conflicto territorial que suma ya más de 40 años a sus espaldas y más de 170.000 refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf, según los últimos datos de Acnur. Este periódico no ha conseguido saber el nombre de la empresa extractora. “Las compañías que roban los recursos naturales mantienen el anonimato por miedo a campañas o denuncias”, señala Ahmed Ettanji, el presidente de Equipe Media, agencia de prensa del Sáhara Occidental.

Lo que sí han confirmado tanto Ettanji como WSRW es que la arena extraída fue trasladada hasta el Puerto de El Aaiún, desde donde partió rumbo a Gran Canaria en un buque que ya es viejo conocido en la importación de recursos saharauis por parte del Archipiélago: el Dura Bulk. Según la web Marine Traffic, se trata de un buque carguero de bandera panameña con una capacidad de carga de 3.007 toneladas. Ya en 2018, la Revista 360 puso el foco sobre esta embarcación. Según los datos recopilados por dicha publicación, entre 2012 y 2017 el Dura Bulk atracó más de 200 veces en los puertos de Gran Canaria, y 59 en los de Tenerife, saliendo desde la capital del Sáhara Occidental y con la consecuente descarga en las islas capitalinas de al menos 750.000 toneladas de arena expoliada.

En esta ocasión, el punto de atraque fue el Puerto de Arinaga, en la costa sureste de Gran Canaria. Es entonces cuando la opacidad comienza a teñir el itinerario. La primera incógnita: la consignataria del barco. Las estadísticas publicadas en la página web de Puertos de Las Palmas no recogen este dato. El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, preguntado por este periódico, explica que se trata de información que no pueden publicar. Por tanto, resulta imposible acceder a la empresa a la que se ha consignado la mercancía y las cuestiones administrativas de la carga del Dura Bulk.

En medio de esta nube de desinformación, el contrato menor de adjudicación de la obra de regeneración de la Playa de Mogán arroja el nombre de la entidad que se encargó de depositar la arena en la costa: Transportes y Excavaciones Benal S. L. En el objeto social de la empresa figuran las labores de transporte de mercancías por carretera y preparación de terrenos entre otras, pero no de importación. Difieren del objeto social de otras empresas que sí han adquirido directamente la arena saharaui para labores turísticas como Proyecto Dover, encargada de regenerar la playa de La Lajilla, también en el municipio de Mogán.

Por ello, esta redacción se ha puesto en contacto con Transportes y Excavaciones Benal para saber si la arena fue comprada a otra compañía importadora o si bien el recurso es de su propiedad, a lo que la sociedad limitada ha preferido no hacer declaraciones. La misma pregunta fue planteada al Ayuntamiento de Mogán, que aseguró que era la empresa quien debía responder. El papel confirmado que ha tenido Transportes y Excavaciones Benal en este itinerario es el traslado de 1.250 toneladas de arena desde Arinaga hasta Mogán a través de “50 camiones”, tal y como señaló la alcaldesa, Onalia Bueno (Ciuca) en la inauguración de la playa remodelada.

Ya en 2002, el diplomático de la ONU Hans Corell adelantaba en un informe que los intercambios comerciales entre Marruecos y países terceros que no atienden los intereses del pueblo saharaui “violan los principios jurídicos internacionales”. Desde entonces, distintas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea se han sucedido en el tiempo delimitando de forma clara el papel de Marruecos en el comercio de los recursos del Sáhara Occidental. Es el caso del dictamen sobre el acuerdo de pesca entre el país africano y la Unión Europea emitido el 28 de febrero de 2018, que recoge que el territorio saharaui “no forma parte del Reino de Marruecos”.

Este posicionamiento internacional fue utilizado por la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui en distintas cartas, a las que ha tenido acceso este periódico, remitidas a las instituciones implicadas: el Ayuntamiento de Mogán, el Cabildo de Gran Canaria, la Delegación del Gobierno y la Consejería autonómica de Transición Ecológica. En ellas, advierten de que el uso de esta arena supone una “mancha en las relaciones de amistad y solidaridad entre el pueblo canario y el saharaui”.

Además del expolio, las obras de la Playa de Mogán se han visto envueltas en distintos claroscuros administrativos y en enfrentamientos institucionales. En primer lugar, ha enturbiado aún más las relaciones entre los socios de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria, presidido por un partido hermanado tradicionalmente con la causa saharaui (Nueva Canarias), después de que el área de Turismo, actualmente en manos del PSOE, aprobara este convenio con Mogán. Por otra parte, el proceso seguido desde la corporación municipal también ha despertado suspicacias, ya que la adjudicación de la obra se aprobó en la Junta de Gobierno un día después de que comenzaran las reformas y la subvención del Cabildo así como la gestión de la misma se aprobó en la Junta una semana después de que concluyera la regeneración de la Playa de Mogán, incluida en este acuerdo.

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