El lacónico ''adiós'' que no fue una despedida
Fue un “adiós”, pero no definitivo. Mariano Rajoy se despedía el pasado domingo de sus simpatizantes desde el balcón de Génova con un corto y lacónico “adiós”, que todo el mundo interpretó como un abandono de la Presidencia del PP, pero que este martes se tradujo en un nuevo intento por ganar en 2012.
Rajoy anunciaba durante la tarde que se presentará a la reelección como presidente del PP en el Congreso Nacional que su partido celebrará en junio y lo hará, ha dicho, con su propio equipo, unos nombres que no desvelará hasta el día antes de las votaciones de ese cónclave.
Avalado por el aumento del PP en votos, escaños y porcentaje y porque cree que “es lo mejor para el Partido Popular y para España”, el presidente del PP comparecía de buen humor, aunque algo cansado, ante los periodistas en una larga rueda de prensa para informar de su decisión.
Rajoy mantenía la incógnita hasta prácticamente el final de su intervención este martes ante el Comité Ejecutivo Nacional, en el que comenzaba por anunciar la convocatoria del Congreso Nacional y dejaba vía libre a que se presentará al mismo quien quisiera.
“Parecía una despedida”, explicaron algunos de los dirigentes populares consultados por Efe y presentes en la reunión.
Pero en ese momento, Rajoy anunciaba que él mismo se presentaría a la reelección y que lo haría con su propio equipo y defendiendo los mismos valores, principios y convicciones que ha mantenido desde que asumió la Presidencia del PP hasta este martes.
En ese momento los dirigentes populares, según esas mismas fuentes, respiraron “aliviados”.
Además, el presidente del PP agradecía especialmente su apoyo en estos cuatro años “difíciles” -según sus propias palabras- a José María Aznar, Manuel Fraga, Ángel Acebes y Javier Arenas.
En la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, Rajoy, aseguraba, como siempre, que se siente “muy libre” y “muy independiente” dentro del PP, y decía ante sus dirigentes que él no hablaría del Conde de Romanones y que no lo hicieran ellos.
Aunque al ser preguntado al respecto, el líder del PP no concretaba a qué se refería, los periodistas entendieron que Rajoy aludía, esta vez sin citarla, a la famosa frase del Conde de Romanones: “¡joder, qué tropa!”.
Rajoy había pronunciado esta misma frase el año pasado en el acto de presentación de la polémica biografía de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en el que se recogían algunas críticas y sus conocidas diferencias con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Entonces, el líder del PP recurrió también al Conde de Romanones para mencionar aquel “¡joder, qué tropa!”.
Así que el “adiós” de hace dos días de Rajoy fue sólo temporal. Duró 48 horas. Este martes, al ser preguntado por lo que significó, respondió: “Cada uno interpreta lo que quiere, pero lo más fácil es preguntarme a mí. Y nadie me preguntó”.