Miliband dice que si EEUU y Reino Unido no hubiesen invadido Irak, la autoridad de la ONU se habría visto reducida
LONDRES, 8 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Miliband, afirmó que si en 2003 Reino Unido y Estados Unidos no hubiesen respondido militarmente a las amenazas del dirigente iraquí, Sadam Husein, esa decisión habría “menoscabado seriamente” la autoridad de la ONU.
Durante su intervención ante la investigación mediante la que se intenta determinar por qué participó Reino Unido en la guerra de Irak, Miliband también dijo que su país no debería extraer una “lección equivocada” de este conflicto pese al revuelo internacional que causó.
“La lección equivocada sería que Reino Unido debería renunciar a comprometerse a nivel internacional con otros”, indicó. “No debemos ser un país que da la espalda al mundo, porque si lo hacemos seremos mucho más pobres, en todos los sentidos de la palabra”, advirtió.
Cuando se produjo la invasión de Irak en 2003, Miliband era viceministro de Educación, y no se puso al frente del Ministerio de Exteriores hasta junio de 2007, cuando Gordon Brown se convirtió en primer ministro.
El testimonio del ministro se centró en la entrega de la ciudad de Basora y del sur de Irak a las fuerzas de seguridad iraquíes y en cómo se llevó a cabo este proceso, pero antes le preguntaron por qué apoyó la guerra, dadas las “explicaciones bastante distintas” que ha escuchado la Comisión presidida por John Chilcot durante las comparecencias de Brown y de su predecesor en el cargo Tony Blair.
“No veo la contradicción que ustedes han descrito”, respondió el jefe de la Diplomacia británica. “Voté a favor de la guerra porque creo que el desafío que hizo Sadam a la ONU era en sí un peligro para la paz y la seguridad internacionales, y había que mantener la autoridad de la ONU”, subrayó.
Miliband aseguró que “todas las agencias de inteligencia del mundo” pensaban que el dictador iraquí disponía de “material” que hacía que representase un peligro.
“La autoridad de la ONU, a mi parecer, se habría visto seriamente menoscabada en el caso hipotético que ustedes están planteando: que hubiésemos llegado a una cima máxima de presión y luego hubiésemos descendido de nuevo sin desarmar a Sadam. Creo que eso habría sido bastante perjudicial para cualquiera de los objetivos multilaterales que tenemos y que se deben perseguir a través de Naciones Unidas”, manifestó.
En este sentido, el ministro señaló que “cuanto más tarda la ONU en imponer su voluntad, más duras son las medidas que se requieren cuando finalmente impone su voluntad”.
El ministro afirmó que aún existe un gran debate en la ONU sobre cuándo está bien intervenir militarmente en otros países e incidió en la falta de una idea clara respecto a “hasta qué punto compromisos como la responsabilidad de proteger van a ser algo más que palabras en un papel”.
Por otro lado, Miliband rechazó las críticas que apuntan a que el derrocamiento del Gobierno iraquí en 2003 dio vía libre a Irán para apoyar a grupos milicianos y desestabilizar Oriente Próximo. “No compro la tesis de que la expulsión de Sadam liberó a Irán para hacer el mal en la región”, consideró.